Estudios recientes muestran una incidencia creciente de este trastorno, con un aumento preocupante en menores de 12 años. Se estima que el 70% de los adolescentes no se siente a gusto con su cuerpo
¿Qué es la anorexia artículo?
La anorexia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza por una distorsión en la valoración del volumen y forma corporal, que lleva a quienes la padecen a llevar una dieta restrictiva, muchas veces adelgazando de forma excesiva
¿Cuáles son los trastornos alimenticios más comunes en los adolescentes?
Los tipos más frecuentes de trastorno de la conducta alimentaria son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, el trastorno por atracón y el trastorno por evitación/restricción de la ingesta (ARFID, por sus siglas en inglés). La anorexia nerviosa.
¿Qué produce la anorexia en los adolescentes?
La anorexia es uno de los trastornos de la conducta alimentaria más grave, situándose en algunos países como la tercera enfermedad crónica en chicas adolescentes. Esta patología se caracteriza por un miedo terrible a engordar, unido a una visión distorsionada del propio cuerpo y sus dimensiones.
¿Qué es la anorexia tipos?
Los expertos tienden a clasificar la anorexia en dos subtipos:
Restrictivo: la pérdida de peso se debe exclusivamente a la restricción alimentaria o a la práctica excesiva de ejercicio.
Compulsivo/purgativo: la persona afectada recurre a atracones o purgas (mediantes vómitos, enemas o laxantes) para perder peso.
Los trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia nerviosa, son enfermedades mentales que cursan con complicaciones médicas, psiquiátricas y familiares. En este caso en concreto, existe una percepción distorsionada del peso. “Quienes padecen estos trastornos tienen en común la dificultad para aceptarse a sí mismos y alcanzar su maduración y pleno desarrollo. La insatisfacción corporal que les caracteriza es muestra de una profunda descalificación personal, así como el temor a perder el control (sobre la alimentación y de sus vidas), y el rechazo o la vergüenza de aceptar su problema”, declara Loreto Montero Soto, psicóloga sanitaria y especialista en trastornos de la conducta alimentaria en el Instituto Psicológico Cláritas.
Según Montero, “los datos epidemiológicos relativos a los trastornos del comportamiento alimentario venían indicando unas prevalencias de entre el 1 y el 10%, encontrándose entre las 10 causas más frecuentes de incapacidad entre mujeres y presentando el índice de mortalidad más alto de todos los trastornos mentales”. “Estudios recientes muestran una incidencia creciente, con un aumento preocupante en menores de 12 años durante la última década. Se estima que el 70% de los adolescentes no se siente a gusto con su cuerpo, y 6 de cada 10 chicas creen que serían más felices si estuvieran más delgadas”, explica la experta.
Con datos recogidos de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMGF), Montero incide que: “Ni la edad ni el sexo constituyen una barrera para la aparición de los trastornos de la alimentación, aunque las mujeres adolescentes son el sector de mayor influencia con una edad de media de 14 años”. “Desde la infancia hasta la vejez, la relación con la comida puede ser expresión de un malestar interno o con el ambiente”, refiere la profesional.
La pubertad es etapa de cambios de tipo biológico, psicológico y social. “La aparente irreversibilidad de estos cambios, las vías de presión social y la incorporación de la adolescente al circuito de producción y consumo de ocio, son los primeros problemas que refieren las pacientes en consulta”, asegura la psicóloga. Montero comparte tres aspectos clave en las pacientes con anorexia nerviosa: anticipan los cambios y se preparan para ellos de forma inadecuada; afrontan las situaciones con escasos recursos, habitualmente: trabajan más, comen menos y practican ejercicio y presentan una incapacidad significativa para afrontar las situaciones de estrés.
Encarar la enfermedad
“El abordaje terapéutico debe iniciarse inmediatamente para asegurar un mejor pronóstico y ser lo suficientemente intensivo. La decisión terapéutica irá desde el seguimiento médico ante conductas de riesgo hasta hospitalizaciones en los casos más graves. Siempre que sea posible se realizará el tratamiento de forma ambulatoria”, declara la profesional. Montero explica que los objetivos del tratamiento buscarán: “Normalizar las alteraciones biológicas, y tratar las psicopatológicas que originan y mantienen el trastorno”. Los adolescentes, por su parte, deberán trabajar para conseguir:
- Desarrollar una imagen corporal satisfactoria y realista.
- Alcanzar independencia de sus padres, y conseguir la adecuada capacidad para cuidar de sí mismos y regular sus actos.
- Extender relaciones sociales adecuadas al margen de la familia.
- Conseguir el control, expresar adecuadamente los impulsos sexuales y agresivos emergentes, y consolidar la identidad personal.
- Elaborar un código moral, y hacer planificaciones para lograr obtener objetivos ocupacionales y de suficiencia económica.
Las funciones ejecutivas se ven afectadas por la desnutrición, algo que empeora el manejo del estrés en pacientes con anorexia nerviosa. “Incluso en la etapa incipiente, la enfermedad genera en el paciente una sensación de malestar que acentúa la impresión de fracaso al no alcanzar los objetivos marcados”, concluye la psicóloga.
Bulimia nerviosa en adolescentes
¿Qué es la bulimia nerviosa?
La bulimia nerviosa, habitualmente denominada bulimia, se define como episodios descontrolados de ingestas excesivas (atracones), por lo general seguidos de purgas (vómito autoinducido), uso incorrecto de laxantes, enemas o medicamentos que aumenten la producción de orina, ayuno o exceso de ejercicio para controlar el peso. Los atracones, en esta situación, se define como ingerir cantidades de comida mucho mayores que las que se consumirían normalmente en un período corto (por lo general menos de 2 horas). Los atracones se producen por lo menos dos veces por semana durante el menos 3 meses y pueden suceder hasta varias veces por día.
¿Qué causa la bulimia?
No se conoce la causa de la bulimia. Entre los factores que se cree que contribuyen al desarrollo de bulimia se incluyen ideales culturales y actitudes sociales respecto del cuerpo, la apariencia, autoevaluación sobre la base del peso y la forma corporal y problemas familiares.
¿Quiénes se ven afectados por la bulimia?
La mayor parte de las personas bulímicas son mujeres, adolescentes y pertenecientes a un grupo socioeconómico alto. Todos los países industrializados occidentalizados han informado casos de bulimia. Es más probable que los adolescentes que desarrollan bulimia provengan de familias con un historial de problemas alimenticios, enfermedad física y otros problemas de salud mental como trastornos afectivos o abuso de drogas. Es común que los adolescentes con bulimia también presenten otros problemas mentales, como desórdenes de ansiedad o trastornos emocionales.
¿Cuáles son los distintos tipos de bulimia?
Hay dos subgrupos de bulimia que tienen como objetivo reducir la ingesta calórica, incluidos los siguientes:
Tipo purgativo. Este tipo se autoinduce el vómito con regularidad o hace un uso incorrecto de laxantes, diuréticos, enemas u otros medicamentos catárticos (medicamentos que, a través de sus efectos químicos, sirven para aumentar la evacuación de los contenidos intestinales).
Tipo no purgativo. Este tipo usa otros comportamientos inadecuados, como el ayuno o el exceso de ejercicio, en lugar de los comportamientos purgativos regulares, para reducir la absorción calórica en el cuerpo de la excesiva cantidad de comida.
¿Cuáles son los síntomas de la bulimia?
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la bulimia. Sin embargo, cada adolescente puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
Por lo general peso corporal normal o bajo (se perciben a sí mismos como con sobrepeso)
Episodios recurrentes de atracones (rápido consumo de cantidades excesivas de comida en un período relativamente corto, con frecuencia a escondidas), unido al miedo de no poder parar de comer durante los atracones
Vómito autoinducido (por lo general en secreto)
Ejercicio excesivo o ayuno
Hábitos o rituales peculiares para comer
Uso inadecuado de laxantes, diuréticos u otros catárticos
Menstruación irregular o ausencia de menstruación
Ansiedad
Desaliento relacionado con insatisfacción con sí mismos y su apariencia corporal
Depresión
Preocupación con la comida, el peso y la forma corporal
Cicatrices en la parte trasera de los dedos debido al vómito autoinducido
Comportamientos de alto rendimiento
Los síntomas de la bulimia pueden ser similares a otras afecciones psiquiátricas o problemas médicos. Siempre consulte al proveedor de atención médica de su hijo adolescente para obtener un diagnóstico preciso.
¿Cómo se diagnostica la bulimia?
Los padres, los docentes, los instructores o los entrenadores tal vez puedan identificar al niño o adolescente con bulimia, aunque muchas personas con este desorden al principio mantienen su enfermedad oculta y muy en privado. Sin embargo, un psiquiatra infantil o un profesional calificado en salud mental por lo general diagnostica la bulimia en niños y adolescentes. Un historial detallado del comportamiento del adolescente suministrado por los padres y los docentes, las observaciones clínicas del comportamiento del adolescente y, a veces, las evaluaciones psicológicas contribuyen al diagnóstico. Los padres que noten signos de bulimia en sus hijos puede buscar ayuda solicitando una evaluación y un tratamiento de manera temprana. El tratamiento temprano con frecuencia puede evitar problemas futuros.
La bulimia, y la malnutrición que surge como consecuencia de ella, pueden afectar de manera negativa todos los sistemas de órganos del cuerpo, lo que aumenta la importancia del diagnóstico y el tratamiento tempranos. Consulte al proveedor de atención médica de su hijo adolescente para obtener más información.
Tratamiento para la bulimia
El tratamiento específico para la bulimia será determinado por el proveedor de atención médica de su hijo según lo siguiente:
- la edad de su hijo, su estado general de salud y su historia clínica
- la gravedad de los síntomas
- la tolerancia de su hijo a determinados medicamentos o terapias
- las expectativas respecto de la evolución del trastorno su opinión o preferencia
La bulimia, en adolescentes, por lo general se trata con una combinación de terapia individual, terapia familiar, modificación de comportamientos y rehabilitación nutricional. Entre los adultos, la terapia cognitiva-conductual y los medicamentos antidepresivos han demostrado ser eficaces. El tratamiento siempre debe basarse en una evaluación exhaustiva del adolescente y la familia. La terapia individual por lo general incluye técnicas tanto cognitivas como conductuales. Los medicamentos (por lo general antidepresivos o ansiolíticos) pueden resultar útiles si el adolescente con bulimia está ansioso o deprimido. La frecuente incidencia de complicaciones médicas durante el transcurso de la rehabilitación requiere que tanto el proveedor de atención médica y un nutricionista sean miembros activos del equipo de administración. Los padres desempeñan un papel de apoyo esencial en cualquier proceso de tratamiento.
Prevención de la bulimia
En este momento no se conocen medidas preventivas para reducir la incidencia de bulimia en adolescentes. Sin embargo, la detección y la intervención tempranas pueden reducir la seriedad de los síntomas, mejorar el proceso de crecimiento y el desarrollo normal y mejorar la calidad de vida que experimentan los niños y adolescentes con bulimia. También puede resultar útil alentar los hábitos alimenticios sanos y las actitudes realistas respecto del peso.