drogas en adolescentes

¿A QUÉ RIESGOS SE ENFRENTAN LOS ADOLESCENTES, CÓMO COMPRENDERLOS Y QUÉ HACER?

Factores de riesgo en la adolescencia: ¿Qué tan común es el consumo de sustancias?

Los factores de riesgo en la adolescencia se asocian con todas aquellas acciones, actitudes y conductas que afectan el bienestar general de los jóvenes, ya sea a corto o largo plazo.

Por consiguiente, el abuso de sustancias no son los únicos factores de peligro en los que suele incidir la población juvenil, también lo son:

  • El comportamiento sexual desprotegido y promiscuo
  • El vandalismo individual o grupal
  • Los hábitos alimenticios desviados
  • La adicción a Internet
  • Las autolesiones

Una característica propia de los adolescentes es su capacidad para asumir riesgos. Pero ¿por qué lo hacen? ¿Acaso buscan conscientemente pasar los límites y desafiarnos?

Los adolescentes toman riesgos. Es una característica distintiva de esta etapa. Su cerebro está madurando y su producción de hormonas, creciendo, con consecuencias en la toma de decisiones. A su vez, el contexto en el que se mueven es cada vez más amplio, así como el rol que les dan a sus amigos y compañeros. Todos estos elementos deben ser considerados para comprender sus actitudes.

¿Esta forma de actuar tiene una explicación biológica?

Durante la adolescencia el cerebro se desarrolla por etapas. La corteza prefrontal, zona clave para el desarrollo de funciones como la planificación, la toma de decisiones, la inhibición de impulsos y la capacidad de autocontrol, no termina de madurar hasta los 25-27 años. El sistema límbico, o cerebro emocional, lugar donde se elaboran las emociones, madura antes que la corteza prefrontal. Por esto lo emocional pesa mucho más que lo racional en las decisiones adolescentes.

“No los entiendo”, solemos decir con preocupación los adultos, pero en realidad frecuentemente las conductas de los adolescentes pueden explicarse por estos procesos biológicos y neuronales que están viviendo. Durante la adolescencia el aumento en la producción de dopamina activa los circuitos de recompensa, lo que se manifiesta en una búsqueda de placer y de sensaciones nuevas como en ninguna otra etapa de la vida. Esto implica que los adolescentes valoran la recompensa más que el riesgo mismo. Es decir, pueden ser conscientes de los riesgos que asumen, pero le dan más valor a la recompensa social. Esto significa que los jóvenes pueden entonces perder de vista la dimensión real de determinados riesgos cuando están en su grupo.

¿Por qué sus amigos inciden tanto en sus comportamientos?

Durante esta etapa el adolescente comienza a separarse del mundo de sus padres, del mundo adulto, para pertenecer e identificarse al de sus pares. Con ellos comienza a llegar más tarde a su casa, a salir de noche, a imitar ciertas conductas repetidas por sus amigos. Una característica distintiva del adolescente es que suele tener una postura muy crítica hacia sus padres, pero no así con sus pares. Por eso probablemente no cuestione las cosas que hacen sus amigos o lo que consumen, pero sí lo hará con sus padres.

¿A qué riesgos se exponen habitualmente?

Consumo de drogas
Este es el tiempo en el que los adolescentes están más expuestos al consumo de drogas. El alcohol suele ser la droga de inicio y la más consumida. El consumo de cualquier tipo de drogas desinhibe y empuja al adolescente a conductas impulsivas atraídas por el riesgo. Esta atracción e interés por el riesgo es parte de la adolescencia, la necesidad de explorar también lo es. En algunos casos esto puede motivar al consumo de drogas.

Evaluar riesgos
Recordemos que el adolescente con su cerebro en construcción no cuenta aún con las herramientas suficientes para poder evaluar con responsabilidad los riesgos y las consecuencias de sus acciones, como sí puede hacerlo un adulto. Más aún si comienza a moverse en un entorno nuevo, a salir paulatinamente de su casa, a estar expuesto a nuevas realidades que no son las conocidas ni familiares. Los adultos podemos consumir ocasionalmente o de manera controlada, pero esto no aplica para un adolescente, porque aún no se autorregula del mismo modo que un adulto.

Todo consumo en esta etapa es problemático, porque el cerebro del adolescente está todavía en formación y su desarrollo se verá afectado por el consumo de cualquier tipo de sustancias. Cuanto más se postergue la edad de inicio de consumo, mejor para el futuro desarrollo adolescente

¿Cómo evaluar riesgos y tomar decisiones?

Entusiasmo, atracción por la novedad, no calibrar los riesgos, valorar la compañía de los pares. Estos rasgos, que son fácilmente identificables y esperables en la adolescencia, los harán luego adultos más sanos y responsables. Es necesario y saludable que los adolescentes puedan atravesar estos riesgos para seguir avanzando en esta transición al mundo adulto. No todos los riesgos son iguales, habrá de distintos niveles. Pero no son los adolescentes quienes tendrán que calibrarlos o evaluarlos, somos nosotros los adultos quienes podremos hacerlo. ¿De qué manera? Acompañándolos, estando presentes, con paciencia, promoviendo el diálogo y sosteniendo en estas primeras “salidas al mundo adulto” con los riesgos que esto implica, de manera de poder ajustar y poner límites cuando sea necesario, para lograr un crecimiento saludable.

Este acompañamiento a través del diálogo y no del castigo indiscriminado será clave para ayudarlos a discernir e ir creciendo responsablemente en autonomía.

La capacidad de manejarse por sí mismos y de gestionar sus emociones evaluando los riesgos a los que se exponen no se gana de la noche a la mañana. Se irá consolidando de manera progresiva. Para ello debemos estar presentes, acompañar activamente, establecer un espacio seguro que genere confianza, para que el adolescente pueda tomar decisiones con autonomía, equivocarse, aprender de sus errores y así finalmente crecer.

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